procesión funeral en memoria de Oury Jallow... NUNCA MÁS!!!
¿Quién conoció a Oury Jallow o Laye Kondé? ¿Quién sabe de sus vidas, las familias que dejaron atrás, sus sentiemientos y sus miedos? ¿Quién sabe por qué y cómo murieron?
El 7 de enero murieron dos africanos en manos de la policia alemana. En Alemania, el 7 de enero era un día cualquiera. Normal. Otro día que para mucha gente pertenece al pasado, al olvido, al insignifcante hecho de ser simplemente otro viernes en el primer mes del año.
Otra gente no tiene memorias tan cortas ni se las dejan borrar. Inclusive hay gente para la cual el 7 de enero representa y representará otro día más de infamia en la historia colonial de este país y de este continente; personas que sólo pueden entender la muerte de dos africanos más como una continuidad del pasado y del presente. Una sola pesadilla.
A saber:
Oury Jallow y Laye Kondé, ambos de Sierra Leone, murieron porque en este país ni ellos ni sus semejantes están bienvenidos. Murieron porque son negros en un país que sigue diciendo “Ausländer Raus“; murieron porque tanto el estado como la sociedad está haciendo todo lo posible para aislar, excluir, destruir y expulsar a Oury, Laye y muchísimos más.
Oury murió atado a una cama dentro de su celda de la policia en la ciudad de Dessau, quemado vivo en lo que las autoridades declaran haber sido un „suicidio“. Laye murió lejos de allí, en la ciudad de Bremen, con sus púlmones llenos de líquido forzado en su cuerpo para que vomitara las drogas que supuestamente estaba escondiendo.
¿Quieren más información? ¿Quieren que seamos más objetivos? Entonces: según el periódico Die Zeit del 9 de marzo, “[sólo en enero del año en curso] se realiza un crimen de extrema derecha cada hora. Oficialmente, se registró 745 crimenes y 39 actos de violencia de extrema derecha en toda Alemania [...] Según las estadísticas, el año pasado hubo un total de 7.943 crimenes y 489 actos de violencia de extrema derecha.” ¿Habrán incluido los muertes de Oury y Laye en sus estadísticas?
Confirmado en los términos que todos y cada uno entendemos, no cabe ninguna duda porque este crimen puede ocurrir en silencio, al igual que la actitud de las autoridades, quienes, claramente, intentan incubrir un horror ya cotidiano para mucha gente de procedencia no europea.
Pero al final lo que les estamos contando no es nada nuevo. No es nuevo ni para ti ni para nosotros. Y tu, al igual que nosotros, lo sabes perfectamente bien. ¿No es justamente esto lo “normal”? ¿No es lo cotidiano, aunque tal vez no para ti, porque tu no lo ves como tú problema? Cuándo leas esto, si es que lo lees, lo más probable es que tu dirás “que mierda”. Esto tambien es normal. Tu y yo estamos acostumbrados a esta profunda indiferencia.
Retomamos lo científico, tomado de un artículo publicado por el TAZ, lo cual dice : “según un estudio del investigador de conflictos y violencia, Wilhelm Heitmeyer, la callada mayoría es sumamente grande. 60 por ciento de los alemanes son de la opinión que en este país viven demasiado extranjeros. A 69 por ciento se les molesta que, ‘aún se acusa a los alemanes por los crímenes contra los judios’ – y de estos 69 por ciento, más de la mitad dice formar parte del centro político.”
Ahora, en Dessau, la fiscalía niega la posibilidad de una segunda e independiente autopsia para responder a preguntas aún abiertas tan simples como: ¿sus muñecas estaban de verdad rotas o no? Para colmo, las autoridades – aunque, al parecer, están “cambiándose de opinión” – están negando a sus amigos la posibilidad de darle una despedida digna, prohibiéndoles realizar una procesión pública en conmemoración de la vida – y muerte – de otro africano más, el cual para mucha gente era hermano y compañero.
Los compañeros de Oury dicen que realizarán la procesión con o sin las autoridades y que seguirán denunciando lo que realmente pasó en Dessau. Ya que tener una posición así ha implicado aún más aislamiento para la gente que niega quedarse de rodillas, es urgente brindarles nuestro apoyo fraterno en su lucha por lograr que Oury reciba, por lo menos una sola vez en este país, un trato digno.
Pero falta algo todavía. Es que no te cuesta más que un poco de tú tiempo y un poco de dinero para darle a Oury en su muerte lo que las autoridades se le negaron en su vida: respeto. Es sólo un día en tú vida normal.
Exigimos:
Una segunda e independiente autopsia
Una investigación independiente de los acontecimientos
Demanda por asesinato contra los responsables
Reparaciones para la familia de Oury Jallow
Fin a la brutalidad y los controles policiales
¡¡¡JUSTICIA!!!
Oury Jalloh: Elf Wochen nach dem Feuertod eines Afrikaners:
http://www.thevoiceforum.org/dessau